Durante ocho años, la Rectora Anke Käding ha liderado al Deutsche Schule Medellín (Colegio Alemán Medellín) con una convicción clara: que la excelencia no se construye solo con resultados académicos sino con una comunidad que aprende, se transforma y actúa con sentido. Su gestión fue una invitación constante a mirar el Colegio como un puente vivo entre culturas, un espacio en el que cada decisión debía responder a la pregunta esencial: ¿cómo aprendemos mejor, para formar seres íntegros y comprometidos con el mundo? “El rector es la cara del Colegio”, dijo la señora Käding y, en tal sentido, afirma que, “tiene que alinear los procesos, buscar la unidad en la diversidad y mantener una visión que integre lo académico, lo cultural y lo humano”.
Liderar un Colegio entre dos culturas intercultural
Asumir la rectoría del DSM (Colegio Alemán Medellín) significó para la señora Käding dirigir una institución con más de cinco décadas de historia y una gran misión: ser un punto de encuentro entre Alemania y Colombia. En sus palabras, el reto siempre fue “que el Colegio sea un puente entre dos culturas y que todos los procesos apunten en una misma dirección”.
Esa visión se tradujo en un liderazgo que entendió el papel de la Rectoría como articulador: entre el gobierno alemán y la Corporación, entre profesores y familias, entre lo académico y lo administrativo. Durante su gestión, la sostenibilidad institucional, la adaptación a las transformaciones sociales y la calidad educativa fueron temas permanentes de trabajo. “El rector debe estar pendiente de las tendencias, de lo que sucede en la sociedad y de cómo todo eso repercute en el Colegio”, afirma.
Ocho años de transformación
Su paso por la Rectoría del DSM (Colegio Alemán Medellín) dejó huellas visibles en distintos ámbitos. Bajo su liderazgo, el Centro de Formación se consolidó como un espacio de desarrollo profesional docente y de intercambio pedagógico. Desde allí nacieron proyectos que fortalecieron el acompañamiento a los estudiantes y el trabajo interdisciplinario.
Uno de sus logros más significativos fue la creación del Plan de Desarrollo Escolar, que integró en un solo documento los planes de mejora del Colegio. Este proceso, liderado por equipos mixtos de las áreas académica, administrativa y de la Junta Directiva, permitió una gestión más colaborativa y transparente. “Siempre busqué fortalecer la participación y la comunicación abierta”, explicó.
También impulsó proyectos de largo aliento, como el Taller del Futuro, una iniciativa de tres años que involucró a profesores en la comprensión del Marco de Calidad Alemán y en la generación de ideas para adaptarlo al contexto local. Paralelamente, fortaleció la enseñanza del idioma alemán y la conexión entre las materias dictadas en esa lengua, además de promover la autonomía y la autogestión del aprendizaje en los espacios de Lernzeit como ejes del día a día.
Una comunidad que aprende y se adapta
Bajo su dirección, el Colegio enfrentó retos complejos como la pandemia, que obligó a repensar la enseñanza, la tecnología y la conexión humana. De esa experiencia nació una nueva mirada sobre la educación digital. La interculturalidad, la inclusión y el bienestar emocional de los estudiantes fueron también prioridades. Desde campañas para visibilizar el idioma alemán hasta estrategias de manejo emocional y formación en valores, promovió una educación que mira más allá del aula. “No somos algo estático”, dijo. “Tenemos que adaptarnos, entender las diferencias y actuar para que los estudiantes aprendan de la mejor manera”.
Despedida, continuidad y futuro
Con la partida de la señora Käding, el Deutsche Schule Medellín (Colegio Alemán Medellín) cierra un ciclo, pero también abre uno nuevo que busca continuar edificando sobre lo construido. Su legado permanecerá en los proyectos que seguirán fortaleciendo la excelencia académica, el multilingüismo y la educación intercultural que distinguen al DSM. Ocho años después, el mensaje que deja es el de una comunidad en movimiento, capaz de reinventarse sin perder su esencia. Una comunidad que entiende que, el liderazgo, como la educación, es una acción colectiva y, seguramente, el señor Arne Gudjons, quien asumirá como Rector del Colegio a partir del próximo año escolar, lo sabrá interpretar, para dar respuesta a los desafíos de los próximos 6 años. Clic aquí para leer la carta de despedida de la señora Käding.